¿Qué quiere decir? Pues sencillamente, hasta que no llegue un benefactor con unos cuantos miles de millones de Euros para la Metro o unos cuantos meno para comprar la franquicia, no habrá fecha formal para el estreno de la siguiente entrega de las aventuras del agente secreto más famoso del mundo del cine.
Desde aproximadamente mediados del año pasado las luces de alarma estaban permanentemente encendidas. La otrora mítica Metro Goldwyn Mayer, (MGM) estaba en una seria crisis económica. A la busca de que alguien se haga cargo de ella, bajo coste de 4.000 millones de Euros (más o menos) es como un barco que sigue a la deriva sin rumbo fijo.
Poseedora de un buen número de marcas y franquicias cinematográficas, su crisis perjudica especialmente a las producciones que tenía en desarrollo. Como la mencionada saga Bond. La cual tras su exitoso renacimiento con Casino Royale y su posterior Quantum of Solace, tenía como un as en la manga la vigesimotercera parte de la misma.
Con un Daniel Craig en pleno auge. Discutido al principio e indispensable dos películas después. Ahora el actor ya se cansó de esperar y se da cuenta, cada día más, que James Bond es parte de su pasado y no de su futuro inmediato. Ya firmó por Cowboys and Aliens, superproducción que cada día tiene mejor aspecto por su reparto (Olivia Wilde o Harrison Ford, por ejemplo), además de estar dirigida por Jon Favreau (Iron Man e Iron Man 2). Craig también suena para varios proyectos más que le ocuparán la agenda durante, al menos, un año y medio más.
Así que todos los comentarios de que se estaría buscando a Rachel Weiz para el papel de villana o a Freida Pinto como nueva chica Bond, se quedarán "cancelados indefinidamente". La fecha de estreno de Bond 23 estaba fijada para el verano de 2012. Ahora... ¿quién sabe?
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