
Un piano suena con paso firme, una acordeón abandera la llegada de mi melancolía. Y todo esto, sin poder dejar de emocionarme, emociones que me recuerdan que estoy vivo.
Sin lugar a dudas La BSO de la película Amelile está a la altura de la fenomenal locura del film de Jean-Pierre Jeunet. Tiene una carga sentimental y emocional descomunal, llevándome a lo más auténtico de mi mismo.
La música compuesta por Yann Tiersen, tararea la genialidad de la cinta, libre de tópicos y envuelta de innovación y frescura. Títulos como J´e suis jamais allé, Le moulin o Sur le fil son un invitación para dejarse llevar.
Para ver llover, para abandonarse delante de un té, para olvidarse de uno mismo o para sentir las vibraciones de un piano que te dice cosas. Cosas que son tristezas, alegrías o melancolías. Cosas que me recuerdan quien soy, a donde voy y con quien, como diría Bucay.
Respira hondo y viaja al mundo de Amelie guiado por la música del compositor de Good Bye Lenin. Ahora empiezo a entender a la protagonista, ahora entiendo como encontró su vocación, como encontró la felicidad.
Yann Tiersen autor de obras con la BSO Good Bye Lenin, es un virtuoso del violín y el piano entre otros. Polifacético autor que nos enseña su alma con esta obra.
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